Muchos conocerán de la existencia del Pokemon Go, aquel juego percusor de la realidad aumentada que pareció caer como muchos otros en la monotonía. Inconscientemente sembró una idea entre los jugadores de Zaragoza. Dando unos primeros y torpes pasos, aquella idea fue floreciendo hasta materializarse finalmente en la Asociación Gamers Solidarios. La iniciativa zaragozana saltó de ciudad en ciudad contagiando al resto de jugadores promoviendo la solidaridad por toda la península e incluso en algunas ocasiones llegando a otras ciudades en diferentes países de Europa.
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